Equipo de investigación
Leonardo Cravero González / Obra Pictórica
Marcelo Garrido Monroy / Investigación Literaria
Víctor Pino Díaz / Diseño y audiovisual

En estas imágenes, todo está por ocurrir. Hay fragmentos de ese todo suspendidos en el aire sobre las formas impensadas del desastre. La poética de lo inminente se inscribe en una ecología oscura; pues, como señala Timothy Morton,“El arte es pensamiento procedente del futuro”. La especie se presenta en esta pintura en sus vestigios: la casa, el poblado, la arquitectura, la barca, la basura, la mirada que proyecta lo que presenta la luz. En estas obras la especie humana se presenta, no se muestra a sí misma, reducida en la cita del paisaje amenazado y en suspenso. Las pinturas convergen en un espacio reflexivo sobre las imágenes de la coexistencia futura. La fractura del firmamento funciona en una zona que piensa el desastre desde la razón creativa. Los poemas atribuidos a César Xesspe exploran el desastre realizado. En cierto modo, constituyen una crónica espuria sobre la fractura y la catástrofe del firmamento. La voz fracturada habla desde la oscuridad y la ruina, la especie se ha reducido a la brasa y la ceniza. Una escritura del desastre que se sostiene en el doble eje de la memoria, vale decir en lo que hay de existente y en lo que pudo. Por esta razón, todo está en el suelo y fluye desordenadamente, reiterándose como una pesadilla. Lo que en estos poemas se representa y se imagina es lo que la pintura de Cravero suspende mediante la poética de lo inminente. Lo que resiste en esas cristalizaciones de la memoria y la amenaza, se despliega en los poemas de Xesspe: la monstruosa coexistencia futura. El cruce de lo poético y de lo pictórico, la zona de cruce se constituye como espacio reflexivo sobre la trasfiguración ecológica, pensada tanto en el afuera del paisaje como en el paisaje mental que se desmorona. Esto que se desmorona es lo que vemos ocurrir con insistencia en el corto audiovisual creado por Víctor Hugo Pino. Este objeto se constituye como un nudo entre la palabra y la imagen pictórica, pone en relación el afuera y el adentro. La imagen audiovisual recoge las pesadillas de Xesspe, superficies del afuera que se irritan al interior de una esfera monstruosamente interior, el cielo sobre las ruinas, un pedazo de algo que se precipita atravesando la imagen y deformando la voz de alguien que mira la fractura del firmamento.

Reflexiones sobre la fractura del firmamento
Equipo de investigación

Y no será para nosotros el rostro del cielo en el agua del espejo
Todo esto se ha quebrado en el agua turbia de la memoria.
No será para nosotros la luna y la alta marea
Ni las íntimas catedrales del invierno
Ni la estatura y el vinagre del verano
Ni la mañana llena de señales ni la tarde con su perro
Ni será para nosotros el sol de pie en la mitad del cielo.
Todo esto se ha quebrado y se hunde en la turbia memoria del barro.

Que el silencio haga lo suyo
Yo me quedo con mi espectro
En esta fiera madrugada hasta romper sus ventanales.
Al amanecer habrá que levantar de la ceniza los cuerpos calcinados
Echar al fuego
Estas memorias del olvido


La fractura del firmamento
César Xesspe,1988

Texto Curatorial

Formas de declarar el vacío

En la confrontación con una obra de arte no solo se establece una relación experiencial, sino que también temporal. Esta es la base de lo que Andreas Seland denomina la “estética del suspenso”, expresión que refleja la voluntad pictórica de Leonardo Cravero y el trabajo lírico de César Xesspe. En su propuesta visual, Cravero asume el suspenso como una condición que anuncia la llegada de una catástrofe que, sin embargo, no se manifiesta, representando lo irrepresentable a través de estrategias de elisión que declaran el vacío de un imaginario carente y quebrado.
La obra lírica de Xesspe, por otro lado, asume la condición estética del suspenso en relación con el pasado, generando una relación de complementariedad armónica y cohesiva con el trabajo visual. Las piezas líricas dialogan con las pictóricas a través de un relato evocativo de marcada melancolía y desesperanza en donde se hace patente la falta de una racionalidad explicativa que, al igual que el apocalipsis mismo, también se encuentra suspendida,
ofreciendo en su lugar solo la vacuidad de un acontecer inexplicable, inasible e inescrutable.
Los suspensos que Cravero y Xesspe ofrecen no son fáciles de asumir. Como los bellos y suaves destellos de un cielo en descomposición, las elipsis que pueblan estos espacios pictóricos y metafóricos dicen mucho más que las ruinas que anticipan. Porque esta es una muestra de sentidos elididos, de líneas que no asumen su presencia y rehúyen los contornos demarcados de una estructura significativa arborescente.
“La Fractura del Firmamento”, en suma, es una invitación a pensar y sentir la incertidumbre, a habitar los intersticios simbólicos que separan al cielo de la tierra y a situarse en la frontera imposible entre lo que es y lo que puede ser, atentos y a la espera.

Dr. Gabriel Saldías Rossel
UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
 

CATÁLAGO