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nimia Photographica
10 de Abril hasta el 04 de Mayo 2018

La fotografía de Mario Fonseca en nimia Photographica

Una imagen borrosa, otras que no existen, otras que son coincidencias, etc. Todo esto nos dice de imágenes que se escapan de los usos que culturalmente se le ha asignado a este “objeto” peculiar que es la fotografía. Las fotografías son imágenes: ¿qué similitudes y distancias hay entre estos dos conceptos, fotografía e imagen? Si partimos por la segunda, pensamos en un alcance más amplio, hay muchos tipos de imágenes, una de ellas en la fotografía, pero una singularidad compartida es que la imagen está en lugar de lo que aparece en su superficie. La pregunta que surge es, ¿de qué modo aparece en la conciencia de quien observa la imagen el contenido de ella? Entrar en estas especulaciones es a lo que nos obliga Mario Fonseca con las obras que nos presenta, recurrencia no sólo en su producción visual y artística, sino también en sus trabajos teóricos y críticos. La imagen y la fotografía como problema son de una amplitud abismante, pero que desaparece en la conciencia de los millones y millones que las producen diariamente. ¿Cómo pensar la imagen desde la imagen misma? Esto es lo que hace Fonseca en su obra, en la superficie de sus imágenes, mas, ¿podemos ir más allá de esta superficie? Sé que Mario, como yo también, está convencido de que no es posible. Pero entonces ¿para qué fotografía? ¿Qué función puede cumplir ésta en la cultura visual contemporánea? La respuesta posible puede ser controversial: la fotografía, nada; el fotógrafo, todo. Es decir, es el fotógrafo quien pone críticamente en la imagen su versión del mundo; Mario lo reinterpreta desde su experiencia cotidiana, desde su propia corporalidad, desde su mirada miope.

¿Por qué texto y no imagen? ¿Es acaso el texto más objetivo que la imagen? Evidentemente no… Pero como nos interpela La última imagen es evidenciando la potencia icónica de la imagen por su ausencia; el uso indiscriminado de las fotografías nos ha anestesiado a su presencia, pero al momento de ser sustituida por un texto experimentamos la urgente necesidad de verla. La facilidad de la imagen nos revela la supuesta facilidad de interpretación de la lectura, es como si el objeto estuviera frente a nosotros; el texto, en cambio, nos exige el compromiso de nuestra propia capacidad decodificadora… Si bien esto es así en cierto nivel, hay que volver a pensar en la imagen como símbolo susceptible de ser interpretado y es aquí donde surge con fuerza la imagen del fotógrafo. El fotógrafo le da una imagen singular al mundo, llena de sentido, ésta es la función de Mario en su obra. Incluso desde el fallo, desde la imagen fortuita, de la imagen desechable, que en su reconfiguración en la edición el artista la resignifica nuevamente, de modo crítico, poniendo en tensión su capacidad de referenciar al mundo que estuvo en contacto con el dispositivo al momento de obturar. Es el fotógrafo o artista, finalmente, la referencia de toda su producción. Mario ha sido persistente en su trabajo fotográfico en poner bajo sospecha la posibilidad de encontrar al mundo en la imagen, es a él a quien vemos en cada una de sus tomas…

José Pablo Concha Lagos
Licenciado en Estética, Doctor en Filosofía
Santiago, marzo 2018 


nimia Photographica / Mario Fonseca