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El Sitio
04 de Diciembre hasta el 30 de Diciembre 2015

El título de la presente exposición hace alusión a una serie de situaciones que configuran una atmósfera donde los recuerdos personales han quedado anudados a la historia colectiva: el “sitio eriazo”, el “sitio del suceso”, propio del imaginario policial, y el “estado de sitio”.

La serie de pinturas de este proyecto nace de una reflexión en torno a la memoria y la imagen que despiertan los recuerdos de diversos espacios alguna vez habitados. Se trata de imágenes fantasmáticas que se multiplican en estas locaciones que la pintura ha fijado con la precisión de las sensaciones intensas y la extrañesa de la mirada actual. En su calidad de imágenes mentales se presentan al recuerdo como escenas inmóviles que producen un efecto similar al de las imágenes de la pintura, siendo, por este motivo, su lenguaje el más adecuado para darles una presencia permanente y externa.

Por otro lado, la serie da cuenta de un punto de vista ambivalente, dado que se captura la imagen de lo visto, y al mismo tiempo, el momento consciente de habitar la escena. A veces se percibe al protagonista viéndose a sí mismo como actor en un lugar o sucede que se capta desde punto de vista imposible, inaccesible, una perspectiva que solo podemos explicar como una reconstrucción.

Al parecer los recuerdos se arman convocando materiales variados que incluyen tanto narraciones de terceros como reminiscencias de registros fotográficos y contenidos de fantasía. Estas conformaciones retornan con frecuencia cambiando el escenario y la atmósfera como si insistieran en dar con una clave presentida que pugna por ser revelada. Al elaborarlos en la pintura vuelven para ser retenidos como experiencia comunicable a otros. De esta manera, en cada detalle insignificante podemos reconocer cómo se remueven los tiempos de la historia personal.

Las pinturas de esta exposición están organizadas en dos ejes temáticos: interiores y exteriores. El primero, remite a los espacio de la casa y el cobijo del cuerpo frente a la intemperie, aun cuando, paradojalmente es posible presentir en ciertas imágenes una amenaza o un sentimiento de extrañeza ante lo cotidiano. El segundo eje corresponde a los espacios exteriores; está marcado por la mirada del descubrimiento y la aventura de hallar el “País de las Maravillas” hasta en el eriazo más abandonado. Curiosamente, junto a la maravilla se hace sentir sutilmente el acecho del peligro.

Además de las pinturas, la muestra incluye la maqueta de un block de departamentos de la comuna de Macul, fabricada con las proporciones espaciales distorcionadas subjetivamente de acuerdo a la memoria. Es la primera ocasión en que el autor expone una de las maquetas; estas siempre habían sido un aspecto del proceso de de construcción de las pinturas que había quedado oculto. 


El Sitio / Pablo Ferrer